“Dios en el principio...” así
comienza la Biblia, pero puesto que algunos se aburren al leerla empecé
a rescribirla poniéndole un poco de color; por ahora voy por el tercer
capítulo del Génesis.
Dios había creado todo, había allí una Paz tremenda
y todo funcionaba maravillosamente bien pero, viendo que Adán estaba
aburrido, Dios pensó: “Ya le voy a crear alguien que le proporcione
una cantidades de problemas que deba solucionar, para que no se sigua aburriendo”
(tampoco habría podido morirse de aburrimiento porque la muerte allí
no existía ...piensen Uds.). Así que un día que Adán
estaba durmiendo una siestita, tomó una costilla del lado derecho de
Adán (que después recreció) y hizo a Eva (...carne
de mi carne, huesos de mis huesos...). Una linda varona -así dice
textualmente mi Biblia “gallega”: “allí había un varón
y una varona”-; con ombliguito y todo lo demás. Sí, algunos
discuten si Eva tenía o no el ombligo, pero Dios, que hace todas las
cosas perfectas, ¡¿cómo no la iba a crear con el ombligo?!;
¿¡sino cómo después podría seducir a Adán
(con el ombliguito descubierto debajo de un top de piel de cabrito) y tendrían
así Abel, Caín y otros hijitos e hijitas?! Y a Adán -por
no ser menos- antes, lo había creado también con el ombligo.
Bien, ni siquiera había terminado de crear a Eva que ya comenzaron
los problemas. Satanás que andaba suelto por allí la vio y dijo:
“pan comido... ésta es una de aquellas que se creen a todas las
propagandas, así que le voy a armar un ‘clip’ y listo”. Posesionó
una linda serpiente pintona (de marca, tenía el sello de Gucci en el
costado de cuero) se enrolló en el árbol del fruto prohibido
y comenzó a platicarle. Sí, entonces todos los animales hablaban;
pero luego que comenzaron a hablar las mujeres se quedaron asombrados y, atónitos,
no lograron más que emitir gritos de desesperación (...a parte
unos loros que intentaron seguirle el ritmo). Una anécdota: Cuando
rezo el Rosario, escuchando en onda corta Radio Católica Mundial (o
la FM 103.1 MHz. Radio Cooperativa Tanti a las 22 horas), al rezar el cura
o un varón, lo sigo, pero cuando reza una hermana -en especial el Salve
Reina- se me traba la lengua al intentar seguirle el ritmo ...es porque ellas
tienen mucha inteligencia verbal ...demasiada. Decíamos, entonces Satanás
le pregunta: “¿Es verdad que no pueden comer de todos los árboles
del huerto del Edén?” (como para no llegar de pronto al jugo de
la trampa). Eva le responde (1° error): “No, solamente de esto, sino
moriremos”. Allí Satanás le larga la propaganda mentirosa:
“Pero, ¿cómo decís que vas a morir?, mira qué
lindo fruto; Dios dijo así porque quien lo come será igual que
él, un dios”. “La verdad que me vendría bien ser una diosa -dijo
Eva-, así a Adán me lo manejo como quiero; porque con esta
historia de ...costillita mía por acá, costillita mía
por allá... y el hecho que Dios le dijo que sería su ayuda útil,
¡me tiene de mucama!”. “Ves, ves -prosiguió Satanás-
que tenés que probarlo, es muestra gratis”. Así que Eva
cogió el fruto en cuyo costado traía impreso: “Fruto del conocimiento
del bien y del mal” y le dio un mordiscón justo donde decía
“mal”. “¿Qué porquería -dijo Eva- es un asco,
y a tí serpiente voy a aplastarte la cabeza si te agarro, por haberme
mentido (por eso a las víboras más chiquitas Dios tuvo que
ponerle el veneno; para defenderlas ...a las víboras); además
me siento desnuda y avergonzada”. De pronto la pintona “Gucci” se deslizó
del árbol y huyó lista como una serpiente. Mientras tanto Eva,
que se había vuelto mala, pensó: “no me voy a quedar yo sola
con esta ‘truchada’, la voy a hacer probar a Adán; mal común,
medio gozo, como se dice...”. Así que con pasos insinuantes se
acercó a Adán -que ahora andaba perdido por allí cerca-
y lo abrazó de un lado prendiéndose a él como una serpiente
y levantando la rodilla derecha, como en un atrevido paso de tango, le dijo:
“Amorcito mío, probálo que es rico, rico, rico” (cuando
en realidad era peor que Aldo Rico -el pedazo que había tragado ella-).
Adán, que ya no entendía nada, se olvidó lo que Dios
les había dicho y comenzó a comer del lado que decía
“Fruto del conocimiento del bien y del...” y dijo: “En verdad está
bastante bueno, pero aquí le falta algo, ¿y del ...qué?”.
“Aquí lo tengo -le contestó Eva- todavía me queda
el gustito rico en la boca” y le encajó un beso hollywoodiano.
Por eso en la matriarcal Trieste (Noreste de Italia), no nos queda que cantar
una canción que dice: “Los hombres son como los ángeles y
las mujeres como las víboras, quisiera poderlas matar”; cada hombre
busca aquel “algo” que le falta (para completar el “conocimiento del bien
y del...”), se acerca a la mujer ...y allí lo encuentra! Dicho así
parecería ser un escrito en contra de las mujeres, pero no es así,
la prueba es que si Dios hubiera tomado a préstamo la otra costillita
de Adán, para crear también a la suegra de Eva todo esto no
hubiera ocurrido, porque la suegrita habría dicho a Adán: “Hijito
mío, ¿no irás a comer aquella fruta medio verde que te
trajo Eva?. Que después te cae mal al estómago y soy yo la que
tengo que prepararte los remedios, ¡porque aquella despampanante nada
sabe cocinarte! Tomá unos raviolitos verdes de espinacas que tu mamita
ha recién preparadito para su Adanito”, y Adán -muy mamero-
habría comido los ravioles y no el fruto prohibido; por algo sirven
también las suegras. Pero allí, lamentablemente no existía
la suegra de Eva, así que hemos perdido el Paraíso y tenemos
que comer los alimentos congelados, pasados por el horno de microondas, que
compra al hipermercado… “Eva” hoy; y encima, además que se la ame -puesto
que se cree igual a Dios- exige que se la “adore”...
¿Qué
tal, le gustó? (El cuento ...no el plato de ravioles de la suegra!).
Si... sí, voy a continuar con lo que queda de la Biblia (...no creo,
más vale que la lean como la escribió Dios).
Adiós
(...mejor esto lo firmo con un seudónimo)
Uke
-el último de los varones-
Posdata:
Como Eva salió del costado de Adán, así la novia de Jesús
-la Iglesia- salió de Su costado en la transfixión; por lo tanto
somos todos hijos e hijas de María. Ah, me olvidaba, ahora en el Día
de la Madre, Adán y Eva festejan a María Santísima, y
son los únicos esposos que tienen por suegra la misma persona, la Reina
de la Paz ...como para no hacerse más la guerra (tuvieron que esperar
5000 años para que la suegra de Adán aplastara la cabeza de
la serpiente).
