MEDIADORA: En Medyugorie María afirma rotundamente: “El único Mediador es Jesús”. El Espíritu Santo nos aconseja que en el aculéo “Sagrado Corazón de Jesús, danos la Paz, (repetición). Dulce Corazón de María (es bueno reemplazar con...) pedí (o -rogá por-) la Salvación del alma mía”. De toda forma es intercesora ante el Señor Jesús (desde las bodas de Caná, en Juan 2:3-5), como lo es un pastor o un sacerdote al cual un creyente pide que ore por él. ¿IDOLATRÍA?: ¿Tiene en su casa un paralelepÍDOLO televisador encendido, adonde actúan sus “ídolos”? ¡Es un idólatra!, más vamos a lo que María dice (y no solamente a los católicos): |
![]() En cuanto a esta imagen: hasta los hermanos evangélicos y los de la I.U.R.D. ponen las imágenes de sus líderes en sus escritos; el diario “Corriente del Espíritu” y “El Universal”). ¿Todavía no desenchufó la “caja boba”? ¡Es un idólatra que dedica su tiempo a oír y mirar al príncipe de este mundo... el de las tinieblas, al coludo!. Después podrá dedicar su tiempo a rezar/orar a la virgencita (...muda, ¿la de yeso? ¡No, a la del Cielo!); o a orar al Señor, Jehová o Yahvé, según su religión. Agrego un fuerte tirón de orejas para los hermanos católicos que “se pasan” de la veneración (reconocimiento de la Gloria de Dios en el obra de María, los Santos y sus reliquias), besando las estatuas hasta consumir el mármol; que traen colgado el Rosario en el espejito retrovisor del automóvil, como adorno “de la buena suerte” -porque no lo usan- y llevan santitos por todos lados en lugar de llevar la Luz, el Amor y la Misericordia de Cristo hacia el prójimo necesitado. ¿He sido claro? ¡ PAZ ! Loris |
“La
Humanidad no conseguirá la Paz hasta que no se dirija con confianza a
Mi Divina Misericordia”. |
A la Virgen María hay que amarla, no adorarla, y escribe el historiador Daniel-Rops: "Hasta el siglo VI, por lo menos, no parece que existía una liturgia marial" (Los Evangiles de la Viegre, Ed. Robert Laffont, Paris 1948, pág. 75). Y, si bien todavía, en este asunto, la voz ortodoxa se deja oír en algún padre de la iglesia, como Epifanio de Salamina, que escribe, "Esto dijo Jesús para que el pueblo entendiese que la Virgen era humana, y nada más. Porque si Cristo no quiere que los ángeles sean adorados, menos quiere que se rinda culto a ella que fue nacida por Ana ... Que nadie dé culto a María" (Adversus Haereses -Contra los Herejes o Contra las Herejías- año 370 d.C.), el enorme peso que supuso la Iglesia Constantiniana, apoyada por el Obispo de Roma, terminó por imponerse en todas parte a partir, precisamente, del siglo IV d.C..
Libro: A los Sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen PDF |